viernes, 10 de mayo de 2013

La industria alimentaria es responsable de un tercio del total de las emisiones de gas de efecto invernadero


La calculadora del impacto de los alimentos, diseñada por la empresa estadounidense Bon Appétit Management Company, nos muestra la huella de carbono de nuestros alimentos y nos orienta para disminuirla.
Los hábitos alimenticios de los estadounidenses son responsables de un 5% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo. Si se lograra que los ciudadanos comprendieran la diferencia entre los distintos alimentos que pueden consumir, y que sustituyeran los más contaminantes por unas alternativas que pueden resultar igual de sabrosas y atractivas, se podría reducir esta cifra de forma importante.
Bon Appétit Management Company es una empresa de restauración que provee servicios de catering a empresas, universidades, escuelas, eventos… La empresa, que cuenta con más de 400 establecimientos en 29 estados, ofrece platos basados en ingredientes locales y de temporada, cosechados en un radio de 150 millas, para poder servirlos en 48 horas desde su recogida. Esta empresa, que lleva años fomentando la toma de decisiones responsables en la alimentación, y ha sido galardonada en numerosas ocasiones por su aportación medioambiental, ha desarrollado la calculadora del impacto de los alimentos.
Partiendo de que todos podemos aportar nuestro granito de arena para crear un mundo mejor, y en que “somos lo que comemos”, Bon Appétit Management Company ha creado una herramienta para que el usuario compruebe el impacto de sus alimentos y pueda tomar decisiones más respetuosas con el medioambiente a la hora de hacer la compra.
La calculadora, basada en los resultados de diversas investigaciones sobre los alimentos disponibles en Norteamérica, tiene por objetivo educar al público en general sobre cómo su cesta de la compra puede formar parte de las soluciones para reducir su huella ecológica.
En esta calculadora, creada a partir de datos y análisis científicos, los alimentos están agrupados en tres categorías principales:
1) Crea tu propio menú (Make Your Own Meal), en el que se pueden seleccionar los ingredientes uno a uno.
2) Menu Items, en el que se puede seleccionar un plato completo.
3) La tercera opción, Sample Meals, incluye ejemplos de alimentos que pueden tomarse para el desayuno, la comida y la cena, y sugiere sustitutos más sostenibles.
El usuario debe arrastrar los ingredientes a la sartén para componer su menú diario, modificar el tamaño de sus porciones, y aprender sobre el impacto medioambiental de su dieta. Un índice de unos 4.500 puntos diarios se considera una dieta de alto impacto y equivale a 3 toneladas de emisiones de CO2 anuales (un punto equivale a un gramo de equivalente en dióxido de carbono, CO2e).
Asimismo, la calculadora ofrece una serie de indicaciones para mejorar nuestra huella ecológica, tales como “si lo has comprado, cómetelo”, para reducir la cantidad de desechos alimentarios de los hogares; haz de los alimentos de temporada y locales un mantra; reduce tu consumo de carne y queso; evita el consumo de alimentos procesados y envasados, etc.

La constante expansión ganadera desafía la sostenibilidad global


La constante expansión del sector ganadero desafía la sostenibilidad global, según sugiere un estudio de la Escuela de Estudios de Recursos y Ambientales en Halifax (Canadá) que se publica en la edición digital de la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS).
Los investigadores señalan en el trabajo que para cubrir las demandas de proteínas de futuras generaciones, las expansiones del sector ganadero deberían ser conscientes de los límites de sostenibilidad global, los llamados ‘espacios de operación seguros’, para las emisiones de gas de efecto invernadero, el consumo de biomasa y la contaminación por nitrógeno.
La producción de alimentos, los productos de ganadería comestibles en particular, han mostrado ser un elemento clave en el cambio ambiental. Los investigadores, dirigidos por Nathan Pelletier y Peter Tyedmers, utilizaron modelos sencillos y datos de fuentes como el departamento de Agricultura de los Estados Unidos y la Organización de Alimentos y Agricultura de Naciones Unidas para producir proyecciones conservadoras de los impactos de expansión del sector ganadero para cubrir los aumentos en la población mundial.
Según los autores, la producción de carne, leche y huevos, además de los suministros adicionales de alimentos para el ganado, podrían estar apropiándose hacia el 2050 del 70 a 80 por ciento del espacio de operación seguro para todas las emisiones de gas efecto invernadero emitidas por el ser humano y del uso de biomasa en todo el mundo.
Las emisiones de nitrógeno reactivo, un subproducto de la agricultura que contribuye al calentamiento global, la lluvia ácida y la contaminación atmosférica, podrían también dispararse hasta multiplicar por tres los niveles de seguridad recomendados.
Según los investigadores, la obtención de proteínas de fuentes como la producción de aves y pescado podría contrarrestar parte del impacto, pero aún así será necesario la fijación de políticas para controlar el sector global de la cría de animales.
Fuente: ECOticias.com

El consumo sustentable adquiere relevancia global


La sustentabilidad a nivel global se plantea con fuerza creciente como uno de los principales retos del siglo XXI y cada vez suenan con más fuerza conceptos como la ecoeficiencia o la “ecologización de la economía”.
Cobra importancia también la productividad de los recursos, que calibra el grado de uso o abuso de los recursos naturales, y surgen nuevos métodos para medir los impactos ambientales. Se trata de ampliar el concepto de desarrollo sostenible tanto en el ámbito público como privado, estableciendo así un sistema de “gobernanza verde” global.
Así las cosas, las pautas marcadas para buscar solución a los problemas globales se orientan cada vez más por la senda del desarrollo sostenible. En pleno siglo XXI cobran relevancia y actualidad las máximas recogidas en 1987 en el controvertido Informe Brundtland, que define al desarrollo sostenible junto al rol del crecimiento económico, la equidad social y el papel de los poderes políticos.
“Responder a las necesidades esenciales requiere no sólo una nueva era de crecimiento económico para las naciones en las cuales la mayoría es pobre, sino también la seguridad de que los pobres recibirán una porción justa de los recursos necesarios para mantener el crecimiento económico”, reza el informe.
CONSUMO SUSTENTABLE
En este sentido destaca de la mano de Deloitte el informe ‘The Consumption Dilemma’, que asegura que la transformación económica y un consumo más respetuoso y sostenible son factores esenciales para el bienestar poblacional. Los datos aportados por la consultora se complementan con cifras que revelan que 9 de cada 10 CEOs consultados entre las principales compañías reconocen que la sostenibilidad es vital para el éxito empresarial.
El documento ahonda también en la necesidad de medir el bienestar a través de indicadores que se alejen de las cifras macroeconómicas, una idea expuesta ya en su día en el ensayo ‘El fetichismo del PIB’ de Joseph Stiglitz.
De hecho, la relevancia del PIB más allá de sus repercusiones macroeconómicas ha comenzado a tomar relevancia en los últimos tiempos, al principio tímidamente, tal como se revela en un informe del PNUMA publicado este mismo año que destaca que la inversión del dos por ciento del PIB mundial en diez sectores fundamentales puede poner en marcha una transición hacia una economía verde baja en carbono y con un uso más eficiente de los recursos.
Dicha cantidad, equivalente actualmente a alrededor de 1.3 billones de dólares anuales, respaldado por políticas nacionales e internacionales con miras al futuro, permitiría que la economía mundial creciera al menos al mismo ritmo, si no es que mayor, que el previsto con los modelos económicos actuales.
En este sentido, ‘The Consumption Dilemma’ aborda la necesidad de que el consumo sostenible adquiera un carácter cada vez más imperativo. Además, la confianza de los consumidores y la participación como ciudadanos en un contexto amplio de sostenibilidad es un paso importante en este proceso. Hay también innumerables oportunidades para las empresas y asociaciones para tomar medidas para cambiar la mentalidad y el pensamiento integrar el concepto de desarrollo sostenible en el ADN empresarial.
Para los expertos, el camino a seguir pasa por la colaboración y la unión de las voces de consumidores, empresas, grupos de interés y responsables políticos. En general, la tarea que debe acometerse en el escenario productivo del siglo XXI pasa por revitalizar una economía maltrecha al tiempo que se descifran nuevas señales y se camina tras las huellas de nuevos conceptos como ‘responsabilidad social’, ‘sostenibilidad’ o ‘transparencia’.
NUEVO IMPULSO CON ‘VISIÓN 2050′.
El concepto de desarrollo sostenible y consumo responsable a nivel global está muy ligado a iniciativas pioneras que han tenido lugar en los últimos tiempos. Una de ellas es la adoptada por el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) a través de su investigación ‘Visión 2050′, que analiza el sendero que deberá marcar las directrices para conseguir que una población global de aproximadamente 9.000 millones de personas alcancen el bienestar dentro de los límites de recursos del planeta de cara a 2050.
El documento pretende ser manual de deberes (must have) sobre las medidas a tomar durante la próxima década para alcanzar una sociedad planetaria lo más sostenible posible. Entre las tareas propuestas se incluye la puesta en marcha de los mercados de servicios de ecosistema y agua, el redoblamiento de la producción agrícola sin el aumento de la cantidad de tierra o agua utilizada; la reducción de la deforestación o el aumento de bosques plantados, reduciendo a la mitad las emisiones de carbono en todo el mundo.
Además, la sostenibilidad global además de una tendencia está convirtiéndose en una necesidad ineludible, a la luz de estadísticas que no dejan de ser desalentadoras. Informes como el ‘Riesgos globales 2011′ del World Economic Forum señalan que el mundo está enfrentándose a graves limitaciones básicas en cuanto al agua, los alimentos y la energía.
Las poblaciones y el consumo creciente, además del cambio climático, aumentan este desafío, mientras que las interconexiones entre estos problemas dificultan una adecuada respuesta. Es más, esta escasez es susceptible de provocar tensiones e inestabilidad a nivel social y geopolítico, haciendo que se tambalee todavía más el ya de por sí endeble tablero de juego de la economía mundial.
Así pues, los esfuerzos en este sentido han de duplicarse. Organismos como el Instituto Ethos aseguran que para alcanzar la visión de una economía inclusiva, verde y responsable, será necesario desarrollar un conjunto de acciones que formarán parte de una amplia agenda nacional y suprapartidaria. Esa agenda deberá elaborarse en un abarcador proceso de movilización social que involucre las principales fuerzas de cambio, con influencia en las políticas y mecanismos de mercado que van a sustentar y orientar los procesos económicos.
Fuente: ecoticias.com

Metagenómica: nuevo aliando en la detección de agentes microbianos lácteos


Imagen cortesía de USDAgov
Imagen cortesía de USDAgov
Tecnología metagenómica podría convertirse en una herramienta valiosa para las centrales lecheras pues ayuda a identificar rápidamente la causa de los problemas microbianos.
Las pruebas de laboratorio en una planta de productos lácteos se dividen principalmente en: ingredientes, producto en-proceso, producto terminado, pruebas al ambiente y al  equipo en su puesta en marcha.
Todas estas categorías se deben evaluar para cumplir con los objetivos de calidad y seguridad. Las pruebas químicas a base de residuos de medicamentos para los animales, las aflatoxinas, los alérgenos y  la revisión de los equipos son rutina en la industria.
El control microbiológico tiene parámetros regulatorios (recuento en placa estándar y niveles de coliformes) que proporcionan cierta normalización, pero los análisis microbiológicos adicionales por parte del sector lácteo EE.UU. no se ha estandarizado.
La FDA no ha proporcionado directrices para los análisis microbiológicos del medio ambiente de acuerdo con la Ley de Modernización de Seguridad Alimentaria. Esta debería ser una práctica habitual para recoger hisopos ambientales semanalmente y así poder detectar la presencia de especies de Listeria en zonas húmedas y de especies de Salmonella en las zonas secas de las plantas de tratamiento
Las centrales lecheras podrán identificar agentes microbianos en todas las etapas de producción

Protocolos de prueba

La frecuencia y la ubicación deberían basarse en un monitoreo ambiental intenso inicial de todas las áreas de la planta semana tras semana durante más de un mes que muestre la rotación y la ubicación para establecer frecuencias a partir de los resultados.
Los ingredientes no deberían requerir un muestreo microbiano si la planta lechera ha recibido los Certificados de Análisis y opera un programa eficaz de gestión de proveedores. A la leche cruda recibida en la granja o distribuida en tanques se le debe tomar muestras de forma rutinaria para establecer un perfil microbiano.
El producto en proceso también tiene que ser muestreado y probado después de las principales etapas de procesamiento, mientras que la frecuencia en cada punto de muestreo debe ser de un mínimo de una vez por producto con el fin de establecer perfiles microbianos únicos para cada punto de muestreo.
Agentes como la Listeria y la Salmonella podrían detectarse de manera más rápida
Por último, la frecuencia de muestreo microbiano para los productos acabados debe ser la mínima necesaria para satisfacer las demandas de los clientes y / o los objetivos de empresa establecidos. Los resultados se utilizan para establecer el perfil microbiano para cada producto específico.

La metagenómica es una promesa

Un nuevo concepto llamado “metagenómica” se está evaluando en los laboratorios universitarios y algunas plantas de alimentos. Los resultados de las pruebas identifican la población microbiana colectiva contenida en una muestra.

Los microarrays, frases con gran significado

Este nuevo concepto en el mapeo de los patrones microbianos para los ingredientes, los productos en proceso y terminados, utilizan bandejas de microarrays que tienen la capacidad de identificar bacterias diferentes en la misma muestra al mismo tiempo.
La metagenómica se convertirá en el futuro en la herramienta más fácil y económica para la detección microbiana
Aunque su costo es elevado e impide el uso generalizado, en el futuro los resultados de microarrays serán como “palabras” que le cuentan a las plantas lecheras si sus operaciones cumplen múltiples objetivos microbianos, si las variaciones en los resultados de muestreo son normales o excesivas, y les revelarán la ubicación de los problemas microbianos..
Los análisis microbiológicos de muestras tomadas en las plantas lecheras aseguran que los ingredientes cumplen con las especificaciones, además el procesamiento se mantiene bajo control y los productos terminados cumplen con los requisitos de seguridad, calidad y vida útil.
Lo anterior depende de las variaciones en la definición de las pruebas, de normales a excesivas, a través del uso de un control estadístico de procesos, el establecimiento de programas y frecuencias de muestreo en lugares correctos, y metodologías de prueba.
Con el uso de la tecnología metagenómica, los resultados de microarrays se convierten en “frases” y en una herramienta valiosa para las centrales lecheras, les ayuda a identificar rápidamente la causa de los problemas microbianos. Sólo a través de la evaluación de nuevas metodologías de análisis microbiológico, sistemas de muestreo actualizados y el uso de un control estadístico de procesos la industria láctea puede producir constantemente productos nutritivos, sanos y seguros para los consumidores.(clubdarwin)

Académico investiga nuevo método de recubrimiento frutícola para exportación


La industria frutícola realiza uno de los mayores aportes a los índices de exportación del país y también a su economía. Por ello, el aumento de la vida útil de los frutos es una problemática de investigación constante que ha derivado en diversas soluciones, entre las que prima la composición de películas que –posteriormente- se transforman en recubrimientos que protegen y aumentan la vida útil del producto.
Gracias a los fondos otorgados por Fondecyt, el Dr. Fernando Osorio – Vicedecano de Investigación y Postgrado de la Facultad Tecnológica de la U. de Santiago- se encuentra hoy trabajando en un proyecto de ciencia básica denominado: “la influencia de las partículas nanométricas en el comportamiento al impacto de gotas líquidas. Aplicación al recubrimiento de cutículas de frutas”.
Con el estudio pretende generar un nuevo método para extender la vida útil de los productos frutícolas de exportación. El académico busca desarrollar un recubrimiento en base a polisacáridos (como la carragenina, hidroxipepilmetilcelulosa) a través de películas delgadas comestibles, generadas por una suspensión líquida a la que se agregará hidrocoloides y un solvente que forma la red aplicable al fruto.
“Cuando se forma esta matriz, quedan orificios por los que pasan gases que libera el fruto y también gases del exterior hacia el fruto. Queremos agregar nanopartículas de celulosa que actúen de relleno y tapen los orificios, dificultando el recorrido del gas a través de la biopelícula que cubre la fruta. Una vez agregadas las nanopartículas se puede saber qué pasa con las características del producto”, dijo.
Al aplicar la película el investigador pretende regular el metabolismo de la fruta. “Las frutas son organismos vivos que respiran y liberan gases, queremos regular la tasa a la que respiran porque si una fruta lo hace muy rápido, precipitadamente envejece”, afirmó el Dr. Osorio.
Paralelamente, se generará una suspensión líquida que pasará por difusores -orificios muy pequeños- que romperán la continuidad del líquido formando gotas pequeñas, las cuales, al viajar en el aire a cierta velocidad, chocan con la superficie de la fruta. La idea es conocer de qué manera se produce este choque en base a ciertas características de la suspensión líquida, de lo que va a depender de cómo se forma la biopelícula sobre el fruto. En otras palabras, la investigación busca establecer la relación entre las propiedades de la suspensión y la película creada.
La reacción de la gota al chocar con la superficie de la fruta influirá en la formación de la película y sus características. Esta reacción también dependerá de los componentes y de las concentraciones de la solución aplicada. Además, se estudiará la energía cinética observando la fuerza del impacto de la gota como factor de análisis, agregando las características de mojabilidad que dependen de la afinidad en la interacción de la gota con la superficie de la fruta.
El proyecto cuenta con la coinvestigación de la profesora Marcela Zamorano, quien también es académica de la Facultad Tecnológica, además del investigador Ricardo Andrade.
“La novedad de esta investigación está en la base de datos que se creará sobre el efecto de las formulaciones en algunos tipos de superficies de alimentos, además del aporte al conocimiento científico a través del estudio de las propiedades físico-químicas de las suspensiones que están formando ya que, finalmente, se quiere también extender la vida útil del producto al que se aplique la película”, concluyó el investigador.

En 2050 la demanda mundial de alimentos será el doble que la actual


Según un estudio publicado en la revista Proceedings de la National Academy of Sciences, la demanda mundial de alimentos podría duplicarse de aquí al año 2050.
Este incremento de la demanda de alimentos aumentará significativamente los niveles tanto de dióxido de carbono como de nitrógeno en el medio ambiente y podría llevar a la extinción de numerosas especies.
Buenas prácticas agrícolas
Un grupo de investigadores de la University of Minnesota dijo que estos problemas pueden evitarse no sólo si las tecnologías de alto rendimiento de los países ricos se adaptan para ser utilizadas en los más pobres, sino también si se hace un uso más eficiente de los fertilizantes de nitrógeno.
Según el estudio, las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la agricultura podrían duplicarse hacia 2050 si continúan las tendencias actuales en la producción mundial de alimentos.
Un cambio en el modelo de producción
Una parte importante de estas emisiones procede del devaste de tierras, que es una amenaza para ciertas especies con la extinción.
Los investigadores sugieren que la adopción de una agricultura intensiva que haga un uso eficiente del nitrógeno puede producir un impacto ambiental mucho menor que la agricultura extensiva que hoy en día se practica en muchos países pobres.
La intensificación estratégica de la agricultura en los países menos desarrollados reducirá el daño ambiental provocado a nivel global por la producción de alimentos.
En junio de 2011 los ministros de agricultura de los países del G-20 acordaron un plan de acción destinado a estabilizar los precios de los alimentos y a establecer un sistema de intercambio de información internacional para garantizar la transparencia en los mercados agrícolas.
Los precios de los alimentos a nivel global alcanzaron un récord en diciembre de 2010, superando los niveles de 2008.
La Food and Agriculture Organization (FAO) estima que la producción de alimentos tendrá que aumentar por lo menos un 70% de aquí a 2050, cuando la población mundial alcanzará los 9.100 millones de personas.
Fuente: clubdarwin.net

Investigan la obtención de nuevas variedades de uva de ciclo más largo y que produzcan vinos de mayor calidad


Para ello, realiza cruzamientos entre clones seleccionados de la variedad Monastrell con otras como Cabernet Sauvignon, Syrah, Tempranillo y Barbera, según han informado fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
La Consejería de Agricultura y Agua, a través del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), desarrolla un programa de mejora genética para obtener nuevas variedades de uva de ciclo más largo y que produzcan vinos de mayor calidad, aromáticos, con mucho cuerpo, color y paladar agradable.
Para ello, realiza cruzamientos entre clones seleccionados de la variedad Monastrell con otras como Cabernet Sauvignon, Syrah, Tempranillo y Barbera, según han informado fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
El director del IMIDA, Adrián Martínez, destacó que, previamente, se estudió a fondo el material vegetal de la principal variedad que se cultiva en la Región, la Monastrell. Martínez explicó que “se obtuvieron 16 clones de esta variedad libres de virus que están a disposición de los viticultores y posteriormente se abordó el estudio de nuevo material vegetal foráneo que pudiera complementar y mejorar el autóctono”.
Tras esto, se constituyó una colección de 70 variedades de uva (40 tintas y 30 blancas), para seleccionar las que mejor se adaptaban a las condiciones de clima y suelo de la Región. “El siguiente paso, si queríamos seguir avanzando en la mejora, era plantearse producir nuestras propias variedades y eso es lo que venimos haciendo desde finales de la década de los 90″, apuntó el director del IMIDA.
Y es que, el equipo de Viticultura del IMIDA ha experimentado más de 2.000 híbridos intervarietales, de los que ya se han preseleccionado algunos y se han realizado elaboraciones en la bodega experimental.
Se pretende que las nuevas variedades respondan bien a los retos del cambio climático. Según Adrián Martínez, “si la perspectiva es que el clima va a ser cada vez más cálido, habrá que obtener variedades de ciclo más largo, que no maduren en pleno verano, porque entonces la maduración sería muy arrebatada, sino en otoño, con temperaturas un poco más suaves, que mejorarían la calidad de la uva”.
Los ensayos de los híbridos preseleccionados, realizados en fincas experimentales y de agricultores, en las principales zonas productoras de la Región, han dado resultados prometedores, según Adrián Martínez. “Tenemos un material sensible que en su día registraremos y patentaremos, pero aún es pronto para ponerlo en manos de los agricultores”.
Asimismo, añadió que “unos tres o cuatro años de experimentación. La uva de vino tiene que adaptarse bien al entorno, comportarse bien en campo y producir los vinos que los consumidores están demandando”.

MARCADORES MOLECULARES

El programa de mejora de uva para vinificación del IMIDA integra tanto métodos clásicos como herramientas moleculares. Según la investigadora Leonor Ruiz, los marcadores moleculares permiten diferenciar unos individuos de otros en base a las variaciones en su secuencia de ADN, es decir, en función de las diferencias en su genotipo.
En este sentido, apuntó que gracias a los trabajos de la comunidad científica que investiga en este campo, ya se dispone de un marcador molecular que permite determinar el color de las bayas antes de que la planta entre en producción y se pueda observar en campo el color de la uva.
Siguiendo esta estrategia, dentro del programa de mejora del IMIDA se ha utilizado una progenie de uva de vinificación obtenida del cruzamiento entre las variedades Monastrell y Syrah. Por un lado, la extracción de ADN de las 230 plantas que forman esta progenie y de las variedades parentales, ha permitido obtener el genotipo de las mismas para un total de 242 marcadores moleculares, así como la construcción de un mapa genético para Monastrell y otro para Syrah.
Por otro lado, se han evaluado las variaciones de los fenotipos de esta progenie durante varias campañas. El análisis estadístico de los datos genotípicos y fenotípicos ha permitido identificar, hasta el momento, regiones cromosómicas implicadas en el control de la fecha de brotación y envero, del índice de fertilidad, peso de la baya y contenido total de fenoles.
Leonor Ruiz concluyó que es importante seguir evaluando dicha progenie en distintas campañas, de manera que se puedan identificar marcadores moleculares que permitan una selección más eficaz de nuevas variedades.