viernes, 20 de julio de 2012

El cultivo del plátano

El plátano es una planta herbácea, con pseudotallo aéreo que se origina de un tallo corto, subterráneo. Este pseudotallo sobresale del suelo y finaliza su crecimiento hasta la floración. Al tallo subterráneo se le denomina "cormo, rizoma o bulbo", es carnoso y de él se desarrollan numerosas yemas laterales denominadas "hijos o retoños", que si se dejan constituyen nuevas plantas que sirven para ir sustituyendo a las que ya han producido sus frutos. Los rizomas o cormos sirven también para iniciar nuevas plantaciones.

Se puede decir que el cormo en el plátano es erecto, se define como un tallo que desarrolla hojas en la parte superior y raíces adventicias en la parte inferior. Posee entrenudos, pero muy cortos, por lo que el rizoma o cormo crece poco en altura, sin embargo es grueso y carnoso debido a la cantidad de parénquima que posee; los nudos están bastante agrupados y en cada uno de ellos hay una hoja cuya base foliar se extiende lateralmente hasta circundar el cormo.

En un cormo o rizoma se pueden distinguir dos zonas: a) la externa o cortical, que en apariencia desempeña un papel de protección, y b) la parte central o activa, de la cual salen la parte aérea, o parte radical, o los retoños o hijos.

Cuando la planta se acerca a la etapa de floración, la parte central del cormo comienza a esclerotizarse de la base al ápice. Un cormo bien desarrollado puede tener de 25 a 40 cm. de diámetro y pesar de 6.0 a 12.0 Kg., de acuerdo al clon y a la edad de la planta; los cormos que se usan en las siembras comerciales para la reproducción pueden pesar 0.5 a 5 Kg.

Las raíces se originan de la parte superior del cormo, inmediatamente debajo de la inserción de las hojas, y su número disminuye hacia la parte inferior. Son en forma de cordón y aparecen en grupos de 3 a 4, miden de 5 a 10 mm de grosor y pueden alcanzar una longitud de más de 5 m si no son obstruidas (CENTA, 1995).

El cultivo del plátano requiere de suelos porosos, profundos, con textura media o ligera. Los suelos de estas condiciones abundan en los países centroamericanos. Las deficiencias minerales del suelo, los ácidos húmicos y la aplicación excesiva de productos químicos, pueden retardar el crecimiento de las raíces o inducir a un mal desarrollo de las mismas.

La compactación del suelo también induce a un débil desarrollo radical. Las raíces crecen rápidamente y son muy sensibles al exceso de agua, ya que gran parte de las raíces se encuentran en los primeros 30 cm. del perfil del suelo.

Las raíces laterales o secundarias se originan de raíces adventicias que pueden medir 0.5 a 3.5 Mm. de grosor y tener de 3 a 15 cm. de largo. De estas raíces se pueden originar otras raicillas o pelos absorbentes.




Los retoños, hijos, o brotes, se desarrollan de las yemas laterales del cormo. Básicamente existen tres tipos de hijos o retoños que pueden diferenciarse fácilmente: a) El hijo de espada, que puede no ser propiamente de características óptimas para una buena producción, sin embargo, en la mayoría de los casos es el mejor desarrollado y el más prometedor para obtener un fruto de buen tamaño. Se identifican por su vigorosidad y desarrollo, tiene la forma de un cono invertido, es decir, su base es mucho más ancha que la parte superior, sus hojas son delgadas y terminan en punta. b) Los hijos de agua, son hijos débiles, poco vigorosos debido a su deficiencia nutricional, desde pequeños desarrollan hojas anchas y el pseudotallo es recto. No se recomienda dejar estos hijos a menos que no haya otros. c) Los hijos de retoño que rebrotan después del deshije y crecen rápido, pueden confundirse con los hijos de agua pero se diferencian por el corte que se les hace, presentando las cicatrices. El deshije debe realizarse en forma individual para cada unidad de producción debido a que cada unidad tiene su comportamiento particular.

Durante el desarrollo de la planta o mata de plátano se observan varios tipos de hojas: hojas rudimentarias, hojas estrechas ensiformes y hojas anchas o verdaderas; una hoja verdadera se compone de vaina, peciolo, lámina, vena central y apéndice. Las hojas están distribuidas en forma helicoidal (filotaxia espiral) y las bases foliares circundan el tallo (cormo), traslapándose y dando origen al pseudotallo, que es cilíndrico, recto y rígido, llegando a tener una altura de 6 a 8 m y más, dependiendo del clon. El pseudotallo da apoyo a la planta y tiene la capacidad de almacenar reservas amiláceas e hídricas, además, permite a la planta alcanzar mayor altura y elevar el nivel de las hojas que captan la luz solar. La lamina foliar está surcada por venas estriadas que se extienden de la vena central al margen. Estudios efectuados han concluido que mantener 8 hojas en la planta es suficiente para obtener un desarrollo normal del racimo hasta la cosecha. El número normal de hojas al momento de la floración debe ser de 12 a 13 hojas funcionales. El potasio y el magnesio son los elementos que tienen mayor efecto en la duración funcional de la hoja (Soto, 1985).

La inflorescencia es terminal, es la continuación del tallo y crece a través del centro del pseudotallo hasta alcanzar la superficie; el tallo floral es de color blanco y al salir se curva hacia el suelo. En el extremo se encuentran las flores cubiertas por brácteas y forman lo que en algunos países conocen como pichota. Las brácteas se levantan, se enrollan y caen. En la axila de cada bráctea, excepto en las dos primeras, se encuentran grupos de flores o “manos”; dispuestas en dos hileras, están insertadas en un abultamiento del raquis llamado “corona”. 

En una inflorescencia se distinguen dos tipos de flores, las masculinas y las femeninas, que son morfológicamente diferentes. El primer grupo de flores es femenino, cuyo ovario se transforma en plátano. El otro grupo son flores masculinas, de ovario reducido y estambres bien desarrollados.






El “dedo” (ovario desarrollado) esta formado por la pulpa y la cáscara, unidos a la corona del raquis por un pedicelo. El racimo es cosechado de 90 a 120 días después de la salida de la inflorescencia, cuando los frutos alcanzan un grado determinado cercano a la maduración. El desarrollo del fruto es partenocárpico (sin polinización). Cuando el racimo es cortado, la planta finaliza su ciclo de vida y es reemplazada por uno de los brotes o retoños que antes emitió el cormo o rizoma, o sea que la continuidad del cultivo es por vía vegetativa.

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